20 de febrero de 2014

La venus de las pieles (Roman Polanski)

[La Vénus à la fourrure, 2013, Roman Polanski]


A veces me pregunto hasta qué punto le quita mérito a una película el hecho de parecer secuestrada de una representación teatral. Por ejemplo, la anterior de Polanski, "Un dios salvaje", perdía siendo filmada y descompuesta en una planificación acartonada y olvidable. Admitiré sin embargo que “La venus de las pieles” funciona de maravilla en la gran pantalla pese a su obvia y limitada estructura escénica.

Contribuyen a ello los dos protagonistas, Thomas y Wanda: Mathieu Amalric, que es sin duda de los mejores y más polivalentes actores del panorama actual, y Emmanuelle Seigner, a la que no tenía vista desde que ambos trabajaran juntos en “La escafandra y la mariposa". Pero es en especial el guión del novelista David Ives y del propio cineasta polaco lo que da gran fuerza a su última producción.

Polanski establece un desarrollo narrativo bastante simple, dos personajes que no se conocen entablan una relación que va haciéndose más compleja y retorcida hasta llegar a un final sorpresivo. Para ello, el director recurre al fabuloso y efectivo recurso de entremezclar ficción y realidad, aludiendo a relatos en diversos niveles. El rol femenino de la obra, que comienza engañando con una imagen de inestabilidad y debilidad, se erige rápidamente en el personaje dominante y que marca las reglas del juego. Su verdadera identidad y motivos no quedan del todo claros hasta el mismo desenlace, punto hasta el cual va jugando con su contraparte masculina, dando la vuelta una y otra vez, hasta desenmascarar, a los deseos  y ambiciones sexuales entre hombre y mujer que subyacen del libreto teatral escrito por Thomas y del propio Thomas. "La venus de las pieles" se convierte en una divertida, mordaz y obsesiva persecución entre gato y ratón, cargada de tensión y erotismo. Muy en la línea del Joseph Leo Mankiewicz de la genial “La huella”, a la que recuerda en muchos momentos, Polanski firma una sólida película que confirma que sigue siendo uno de los mejores supervivientes de los cineastas europeos “superstar" de las pasadas décadas.