[Slnko v sieti, 1962, Štefan Uher]
Para conectar con esta película basta
con ponerse por un instante en la piel de los espectadores de la Checoslovaquia
de finales de los 50, e imaginarse la bocanada de aire fresco que debió suponer
para ellos. “El sol en la red” es considerada un hito capital en las
cinematografías de Europa del Este, y frecuentemente citada como el primer
filme de la Nueva Ola checoslovaca, frente a los filmes ideológicos y
antifascistas que habían dominado el panorama durante toda la década anterior.
Reúne todas las características más reconocibles del cine de la modernidad.
Filmada en exteriores y en escenarios reales (un suburbio de Bratislava), con
actores no profesionales, realismo y autenticidad sin barreras, personajes que
escapan a cualquier prototipo, jóvenes con problemas que hablan su propio
argot. Uher abrió para el cine checoslovaco un nuevo terreno, la cotidianidad,
que durante el estalinismo no tenía razón alguna de ser, y puso la primera
piedra para las generaciones vinientes de jóvenes cineastas.
"El
sol en la red" tiene como protagonistas a Fajolo y Bela, dos chicos que
tratan de encontrar su lugar, averiguar lo que quieren, lo que aman, quiénes
son y quiénes quieren ser. Es una película rabiosamente de juventud, igual que
"Los 400 golpes” de Truffaut o “Fruta loca” de Nakahira. El mundo adulto
está oculto por un telón: la madre de Fajolo habla siempre con él desde fuera
de campo, y la madre de Bela quedó ciega tras un trágico accidente familiar.
Curiosamente es la generación anterior (la anciana pareja de la caseta del
lago, o el viejo campesino) la que conecta con los jóvenes, se preocupa por
ellos, les enseña y les ilumina. "El sol en la red" es un hermoso canto
a la libertad y a la iniciación en la madurez, a las dudas y miedos del primer
amor, a la vida y a la naturaleza.
La
fotografía de Stanislav Szomolányi, que colaboró después con Uher en muchas de
sus películas, es uno de los elementos que más deslumbra. Encuadres fascinantes
y símbolos visuales como un eclipse de sol, el estanque burbujeante o las enrevesadas
antenas metálicas del tejado en donde se refugian Fayolo y Bela, pero especialmente
los rostros de todos los personajes, un primer plano de los cuales basta para
permanecer en nuestra memoria. “El sol en la red”, icono del cine checoslovaco
y más concretamente eslovaco, es una estupenda película para ver en verano y
así conectar mejor con su maravillosa atmósfera y sus inolvidables imágenes.
Puntuación:
4 / 5
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